Sólo porque me hizo reir mucho. Le pertenece a Damián Andrada, sépanlo para evitar futuros inconvenientes innecesarios.
Resulta que el otro día iba caminando por el bosque de caperucita roja y vi al lobo. Entonces le pregunte si era verdad que se había comido caperucita y cómo hizo el leñador para sacarla de su panza. El lobo me respondió lo siguiente: "Damián, que Dios te bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo". Le iba a decir que no respondió a mi pregunta, pero no me dejo terminar y me dijo: "Khayate". Seguí caminando hasta que me encontré con un Escarabajal dorado (que em hizo a cordar al libro de Edgar Allan Poe, "El Escarabajal de oro". Mientras lo estaba observando, aparecieron Timón y Pumba (sí, los amigos del Rey León) y me dijeron que esa especie de Escarabajales era muy sabrosa. "Gracias, pero Pazo", contesté. "Dale, probálo. Aunque sea ponéle un poco de aceite de Olivera. Es mejor que el aceite de maiz y lo hace muy rico", insistieron. "No, gracias". Pero los animalitos eran muy insistentes: "Que ortiva ortiva, al final sos como Martín", respondió Pumba. "¿Quién es Martín?", pregunté curioso. "Martinez un flaco que siempre se pone la gorra. Pero tamátelas gil", me amenazaron. Me fui triste, pensé que eran más copados, pero terminaron siendo muy Aguirridos. No importa Hakuna Matata para todos.
Resulta que el otro día iba caminando por el bosque de caperucita roja y vi al lobo. Entonces le pregunte si era verdad que se había comido caperucita y cómo hizo el leñador para sacarla de su panza. El lobo me respondió lo siguiente: "Damián, que Dios te bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo". Le iba a decir que no respondió a mi pregunta, pero no me dejo terminar y me dijo: "Khayate". Seguí caminando hasta que me encontré con un Escarabajal dorado (que em hizo a cordar al libro de Edgar Allan Poe, "El Escarabajal de oro". Mientras lo estaba observando, aparecieron Timón y Pumba (sí, los amigos del Rey León) y me dijeron que esa especie de Escarabajales era muy sabrosa. "Gracias, pero Pazo", contesté. "Dale, probálo. Aunque sea ponéle un poco de aceite de Olivera. Es mejor que el aceite de maiz y lo hace muy rico", insistieron. "No, gracias". Pero los animalitos eran muy insistentes: "Que ortiva ortiva, al final sos como Martín", respondió Pumba. "¿Quién es Martín?", pregunté curioso. "Martinez un flaco que siempre se pone la gorra. Pero tamátelas gil", me amenazaron. Me fui triste, pensé que eran más copados, pero terminaron siendo muy Aguirridos. No importa Hakuna Matata para todos.
Comentarios
(creo que ya postié de un saque casi todos!)
el posteo es una actividad importantísima.
IMPORTANTÍSIMA.