Hoy me desperté y supe que no sabía alemán, ni una poca, pero seguí caminando un pasito más y me lavé los dientes. Me lavé los dientes con esa pasta que está ahí desdenomeacuerdocuándo pero sigue ahí, limpia, refrescante, sensitiva, sensible, blanqueadora, la mejor. Ella sabe que es la mejor, ella y yo lo sabemos, mis dientes y ella, mis dientes y yo, todos los involucrados en el teme.
Y qué se yo, quiero salir a la calle y esperar ese colectivo, ese que venga notanvacío como para que me de miedo subir, notanlleno como para que me cueste respirar. Y cuando llegue, que me suba y decirle al señor conductor. Al que me va a mirar con cara de "tengo cosas más importantes que hacer que andar acarreándote a vos con estos subhumanos con olor deeseolorrancioquetepenetraenlosporos en mi máquina de cuatro / ocho ruedas".
Él tuvo también una mañana en donde se dio cuenta que no sabía alemán. No sabía alemán y manejaba colectivos, ¿cómo no lo había notado antes?, ¿acaso los dados de plush que colgaban de su espejo retrovisor no eran suficientemente claros? Ay el plush! que había sido desplazado de la tierra de las telas / materiales sin pena ni gloria. ¿Acaso entendía cuando le dijeron que quería llegar al flughaffen? ¿Por qué esa mañana? es todo lo que atinó a cuestionar. Atinó, cuestionó, se lavó los dientes con su pasta de dientes no sensitiva y salió. En el primer semáforo le dijeron algo sobre sus dientes, pensó que quizás no había limpiádolos como le habían enseñado: de adentro para afuera, de arriba para abajo, viceversa, diestra, siniestra, hasta el fondo, fsh fsh por acá y por allá. Siniestra, dijo siniestra pensando en que era algo distinto a la izquierdad y que quizás había sido usado como maldad por fachos. Por esos fachos de bigotes raros, bah, los fachos son esos, supongo. Mejor usa una palabra que entienda, una de las fáciles, ¿malos?
Más allá de su sanidad bucal lo preocupaba su incipiente no alemanidad.
Miró por el espejo retrovisor a la embarazada que no estaba sentada en el primer asiento, estaba en el de más allá porque en de más acá había un imbécil con walkman –de esosquesehacenlosdormidosparanodejarelasiento-, le hubiese roto la cara de pelotudo de un golpe, pero la embarazada no parecía tener problema alguno con sentarse unos centímetros más allá. ¿Sabrá ella alemán?, seguro que sí, todos saben menos él. Él que encima tiene que manejar, tiene que conducir, tiene que tener buen aliento.
Y qué se yo, quiero salir a la calle y esperar ese colectivo, ese que venga notanvacío como para que me de miedo subir, notanlleno como para que me cueste respirar. Y cuando llegue, que me suba y decirle al señor conductor. Al que me va a mirar con cara de "tengo cosas más importantes que hacer que andar acarreándote a vos con estos subhumanos con olor deeseolorrancioquetepenetraenlosporos en mi máquina de cuatro / ocho ruedas".
Él tuvo también una mañana en donde se dio cuenta que no sabía alemán. No sabía alemán y manejaba colectivos, ¿cómo no lo había notado antes?, ¿acaso los dados de plush que colgaban de su espejo retrovisor no eran suficientemente claros? Ay el plush! que había sido desplazado de la tierra de las telas / materiales sin pena ni gloria. ¿Acaso entendía cuando le dijeron que quería llegar al flughaffen? ¿Por qué esa mañana? es todo lo que atinó a cuestionar. Atinó, cuestionó, se lavó los dientes con su pasta de dientes no sensitiva y salió. En el primer semáforo le dijeron algo sobre sus dientes, pensó que quizás no había limpiádolos como le habían enseñado: de adentro para afuera, de arriba para abajo, viceversa, diestra, siniestra, hasta el fondo, fsh fsh por acá y por allá. Siniestra, dijo siniestra pensando en que era algo distinto a la izquierdad y que quizás había sido usado como maldad por fachos. Por esos fachos de bigotes raros, bah, los fachos son esos, supongo. Mejor usa una palabra que entienda, una de las fáciles, ¿malos?
Más allá de su sanidad bucal lo preocupaba su incipiente no alemanidad.
Miró por el espejo retrovisor a la embarazada que no estaba sentada en el primer asiento, estaba en el de más allá porque en de más acá había un imbécil con walkman –de esosquesehacenlosdormidosparanodejarelasiento-, le hubiese roto la cara de pelotudo de un golpe, pero la embarazada no parecía tener problema alguno con sentarse unos centímetros más allá. ¿Sabrá ella alemán?, seguro que sí, todos saben menos él. Él que encima tiene que manejar, tiene que conducir, tiene que tener buen aliento.
Comentarios
te despertaste un dia y descubriste esto? mierda!
kiero tu pasta de dientes... yo ultimamente no me puedo sacar el gusto amargo... ese ke me deja la vida (¿?)
te kiero!
Es ist ein sahme Sie kann nicht sprechen Deutschland, weil Sie nicht jagen ein Fußball.
Liebe,
der Affe Giménez.
me gustró esto que leí!!
(en serio, lo digo asi en vacío porque me duele mucho alc abeza pero me regusstó)
beso
Vick.